El 1 de mayo se inscribe con letras doradas en la historia del club español Barcelona gracias a la leyenda argentina Lionel Messi. Con una diferencia de catorce años, este día fue testigo de dos hitos en su trayectoria culé: su primer gol oficial con el primer equipo y la consecución de 600 goles. Esta coincidencia temporal ejemplifica la consistencia que definió la carrera de Messi en el club catalán. La repetición de esta fecha para dos eventos de tal magnitud ofrece un marco narrativo excepcional que encapsula la inmensidad de su legado en el club catalán.
El despertar de Messi como leyenda goleadora tuvo lugar el 1 de mayo de 2005, en un encuentro de Liga frente al Albacete en el Camp Nou. El pase que abrió las puertas a este momento histórico provino de los pies del entonces ícono del equipo, el astro brasileño Ronaldinho.
Corría el minuto 91 cuando, tras ingresar al terreno de juego en sustitución de Samuel Eto'o en el minuto 88, Messi recibió un preciso pase elevado de Ronaldinho y, con una madurez sorprendente para su edad, definió con una delicada vaselina de zurda ante la salida del portero del Albacete, Raúl Valbuena.
Con tan solo 17 años, 10 meses y 7 días, este gol catapultó a Messi como el goleador más joven en la historia de La Liga en aquel instante. Es relevante mencionar que, apenas unos instantes antes, Messi había logrado anotar de una manera muy similar, nuevamente a pase de Ronaldinho, pero el tanto fue anulado por un controvertido fuera de juego.
La celebración de este primer gol oficial de Messi fue una imagen icónica, con un joven Leo saltando a la espalda de Ronaldinho, un símbolo del traspaso generacional de talento en el club y de la relación de mentoría entre el brasileño y el argentino.
La asistencia de Ronaldinho en el primer gol de Messi resalta el papel fundamental que el jugador brasileño desempeñó en los albores de la carrera de Messi en el primer equipo del Barça. Este gesto evidenció la confianza y el reconocimiento que Ronaldinho profesaba hacia el joven argentino, marcando un simbólico relevo en el liderazgo del ataque blaugrana.
La definición de Messi, un suave toque por encima del portero, demostró una precoz habilidad técnica y una calma excepcional frente a la portería, cualidades que lo consagrarían a lo largo de su carrera. El gol previamente anulado, también con la conexión Ronaldinho-Messi, subraya la perseverancia del joven jugador y la conexión futbolística que ya comenzaba a florecer entre ambos.
Catorce años después, exactamente el mismo día, el 1 de mayo de 2019, el Camp Nou vibró nuevamente con otro momento histórico protagonizado por Messi: la consecución de su gol número 600 vistiendo la camiseta del FC Barcelona. El escenario fue el electrizante partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League contra el Liverpool.
El gol llegó de una manera que ya era un sello inconfundible de Messi: un lanzamiento de falta directa desde aproximadamente 30 metros. El balón, impulsado por su pierna izquierda, dibujó una parábola perfecta para colarse por la escuadra izquierda de la portería defendida por Alisson Becker, sellando el 3-0 definitivo en el marcador.
Este tanto 600 con el Barça llegó en un momento crucial de un encuentro de máxima exigencia en la principal competición europea. Previamente en el mismo partido, Messi había anotado su gol número 599, aprovechando un rechace tras un potente disparo al larguero de Luis Suárez.
La naturaleza del gol 600 de Messi, un impresionante tiro libre, ilustra la evolución de Messi como futbolista. Mientras que su primer gol se originó de una brillante jugada colectiva, el gol 600 demostró el dominio de una habilidad específica que perfeccionó a lo largo de los años. Su transformación en uno de los mejores lanzadores de falta del mundo es un testimonio de su dedicación y su mejora continua.
Marcar un gol de tal trascendencia en una semifinal de la Champions League contra un rival de la talla del Liverpool subraya su capacidad para rendir al máximo nivel en los momentos de mayor presión. El hecho de que Messi también anotara su gol 599 en el mismo encuentro enfatiza aún más su influencia decisiva y su capacidad goleadora en ese partido en particular y a lo largo de toda su carrera.
En conclusión, la coincidencia de estos dos goles históricos en la misma fecha, el 1 de mayo, separados por catorce años, se erige como un símbolo del legado de Lionel Messi en el FC Barcelona. Desde la promesa juvenil de su primer gol, asistido por una leyenda, hasta la maestría y precisión de su gol número 600 de tiro libre, su carrera está repleta de momentos imborrables. Esta singular coincidencia temporal ofrece una perspectiva única sobre la longevidad y la excelencia constante que definieron su paso imborrable por el club catalán.